SAN PÍO V ATRIBUYÓ LA VICTORIA DE LEPANTO, EL 7 DE OCTUBRE DE 1571 -CON LA CUAL DESAPARECIERON GRAVES AMENAZAS PARA LA FE DE LOS CRISTIANOS-, A LA INTERCESIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, INVOCADA EN ROMA Y EN TODO EL ORBE CRISTIANO POR MEDIO DEL SANTO ROSARIO, Y QUEDÓ INSTITUIDA LA FIESTA QUE SE CELEBRA EL MISMO DÍA. CON ESTE MOTIVO, FUE AÑADIDA A LAS LETANÍAS LA INVOCACIÓN AUXILIUM CHRISTIANORUM. DESDE ENTONCES, ESTA DEVOCIÓN A LA VIRGEN HA SIDO CONSTANTEMENTE RECOMENDADA POR LOS ROMANOS PONTÍFICES COMO "PLEGARIA PÚBLICA Y UNIVERSAL FRENTE A LAS NECESIDADES ORDINARIAS Y EXTRAORDINARIAS DE LA IGLESIA SANTA, DE LAS NACIONES Y DEL MUNDO ENTERO".
SIEMPRE, PERO ESPECIALMENTE EN EL MES DE OCTUBRE, QUE LA IGLESIA DEDICA A HONRAR A NUESTRA MADRE DEL CIELO ESPECIALMENTE A TRAVÉS DE ESTA DEVOCIÓN MARIANA, HEMOS DE PENSAR CON QUÉ AMOR LO REZAMOS, CÓMO CONTEMPLAMOS CADA UNO DE SUS MISTERIOS, SI PONEMOS PETICIONES LLENAS DE SANTA AMBICIÓN, COMO AQUELLOS CRISTIANOS QUE CON SU ORACIÓN CONSIGUIERON DE LA VIRGEN ESTA VICTORIA TAN TRASCENDENTAL PARA TODA LA CRISTIANDAD. ANTE TANTAS DIFICULTADES COMO A VECES EXPERIMENTAMOS, ANTE TANTA AYUDA COMO NECESITAMOS EN EL APOSTOLADO, PARA SACAR ADELANTE A LA FAMILIA Y PARA ACERCARLA MÁS A DIOS, EN LAS BATALLAS DE NUESTRA VIDA INTERIOR, NO PODEMOS OLVIDAR QUE, "COMO EN OTROS TIEMPOS, HA DE SER HOY EL ROSARIO ARMA PODEROSA, PARA VENCER EN NUESTRA LUCHA INTERIOR, Y PARA AYUDAR A TODAS LAS ALMAS".
EL ROSARIO "ES UNA CONVERSACIÓN CON MARÍA QUE, IGUALMENTE, NOS CONDUCE A LA INTIMIDAD CON SU HIJO". LA VIDA DE JESÚS, POR MEDIO DE LA VIRGEN, SE HACE VIDA TAMBIÉN EN NOSOTROS, Y APRENDEMOS A AMAR A NUESTRA MADRE DEL CIELO:
LA VIRGEN EN SAN NICOLÁS NOS PIDE REZAR EL SANTO ROSARIO DIARIAMENTE POR LAS SIGUIENTES INTENCIONES:
“QUE EL SEÑOR TENGA MISERICORDIA CON EL MUNDO ENTERO, Y QUE EL MUNDO ENTERO RESPONDA A SU LLAMADO DE CONVERSIÓN, QUE EL HOMBRE SE ENTREGUE TOTALMENTE A DIOS Y QUE NO DEJE PASAR ESTE MOMENTO TAN ESPECIAL”. “Y POR LA PAZ DEL MUNDO”.
¿CÓMO SE REZA EL SANTO ROSARIO
1º NOS HACEMOS LA SEÑAL DE LA CRUZ:
“POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ, DE NUESTROS ENEMIGOS, LÍBRANOS SEÑOR DIOS NUESTRO.
EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN”.
NOS PONEMOS EN PRESENCIA DE DIOS Y PARA QUE LA ORACIÓN LLEGUE AL CIELO, PEDIMOS HUMILDEMENTE PERDÓN AL SEÑOR POR NUESTRAS FALTAS (SILENCIO...) Y DECIMOS:
2º “PÉSAME, DIOS MÍO, Y ME ARREPIENTO DE TODO CORAZÓN POR HABEROS OFENDIDO – PÉSAME POR EL INFIERNO QUE MERECÍ Y POR EL CIELO QUE PERDÍ – PERO MUCHO MÁS ME PESA – PORQUE PECANDO OFENDÍ A UN DIOS TAN BUENO – Y TAN GRANDE COMO VOS. – ANTES QUERRÍA HABER MUERTO QUE HABEROS OFENDIDO, Y PROPONGO FIRMEMENTE NO PECAR MÁS – Y EVITAR TODAS LAS OCASIONES PRÓXIMAS DE PECADO. AMÉN”.
3º DECIMOS: EN EL PRIMER MISTERIO CONTEMPLAMOS... (NOMBRAMOS EL MISTERIO QUE CORRESPONDE AL DÍA (*)
4º REZAMOS:
1 PADRENUESTRO: “PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE – VENGA A NOSOTROS TU REINO – HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA; PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, Y LÍBRANOS DEL MAL. AMÉN”.
10 AVEMARÍAS: “DIOS TE SALVE, MARÍA, LLENA ERES DE GRACIA; EL SEÑOR ES CONTIGO, BENDITA TÚ ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES, - Y BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚS. – SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS, - RUEGA POR NOSOTROS PECADORES – AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE. AMÉN”.
1 GLORIA: “GLORIA AL PADRE Y AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO – COMO ERA EN UN PRINCIPIO, AHORA Y SIEMPRE Y POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN”.
FINALIZAMOS EL MISTERIO DICIENDO: “OH JESÚS MÍO, PERDONA NUESTRAS CULPAS, PRESÉRVANOS DEL FUEGO DEL INFIERNO, LLEVA AL CIELO A TODAS LAS ALMAS Y SOCORRE ESPECIALMENTE A LAS MÁS NECESITADAS DE TU MISERICORDIA”.
5º CONTINUAMOS REZANDO DE LA MISMA FORMA EL 2º, 3º, 4º Y 5º MISTERIO.
AL FINAL DEL SANTO ROSARIO PODEMOS DECIR LA SIGUIENTE ORACIÓN: : “PADRE, LÍBRANOS DE TODO MAL – CON TU SANTA SABIDURÍA, SEÑOR, SÁLVANOS DE TODO PECADO. EN NOMBRE DE TODOS CUANTOS TE QUEREMOS, SEÑOR, LLÉVANOS POR EL CAMINO DEL BIEN. AMÉN”. (ESTA ORACIÓN LA ENSEÑÓ MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS, Y ELLA PROMETE QUE: “EL QUE REZA ESTA ORACIÓN NUEVE DÍAS SEGUIDOS, ACOMPAÑADA CON UN ROSARIO, LE CONCEDERÉ UNA GRACIA ESPECIAL”)
PODEMOS AGREGAR AL FINAL UNA SALVE A LA VIRGEN, UN BENDITA SEA TU PUREZA, UN PADRE NUESTRO Y TRES AVE MARÍAS PARA GANAR LAS SANTAS INDULGENCIAS Y POR LAS INTENCIONES DEL SANTO PADRE. Y SI TENEMOS TIEMPO LE HACEMOS UN REGALO A LA VIRGEN REZANDO LAS LETANÍAS LAURETANAS
(*) MISTERIOS GOZOSOS: (SE REZAN LOS LUNES Y SÁBADOS)
1º LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A LA VIRGEN MARÍA Y LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS: EL ARCÁNGEL GABRIEL SE PRESENTA ANTE LA VIRGEN MARÍA Y LE ANUNCIA QUE SERÁ LA MADRE DE JESÚS. “MARÍA DIJO ENTONCES: YO SOY LA SERVIDORA DEL SEÑOR, QUE SE CUMPLA EN MÍ LO QUE HAS DICHO”. (LC. 1, 38) – POR ESTE MISTERIO PEDIMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN APRENDER A SER HUMILDES Y OBEDIENTES A LA PALABRA DE DIOS.
2º LA VISITA DE MARÍA SANTÍSIMA A SU PRIMA SANTA ISABEL: “EN AQUELLOS DÍAS, MARÍA PARTIÓ Y FUE SIN DEMORA A UN PUEBLO DE LA MONTAÑA DE JUDÁ”. (LC. 1, 39), A VER A SU PRIMA ISABEL. IMITEMOS A LA VIRGEN MARÍA Y APRENDAMOS A SACRIFICARNOS CON ALEGRÍA, EN BIEN DE NUESTRO PRÓJIMO. – PIDAMOS LA VERDADERA CARIDAD CRISTIANA.
3º EL NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL PORTAL DE BELÉN: “MIENTRAS SE ENCONTRABAN EN BELÉN, LE LLEGÓ EL TIEMPO DE SER MADRE; Y MARÍA DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGÉNITO, LO ENVOLVIÓ EN PAÑALES Y LO ACOSTÓ EN UN PESEBRE”. (LC. 2, 6-7) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN, EL DESPRENDIMIENTO DE TODO LO TERRENO.
4º LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO: “CUANDO LLEGÓ EL DÍA FIJADO POR LA LEY DE MOISÉS PARA LA PURIFICACIÓN, LLEVARON AL NIÑO A JERUSALÉN, PARA PRESENTARLO AL SEÑOR”. (LC. 2, 22) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN LA VIRTUD DE LA OBEDIENCIA.
5º EL NIÑO JESÚS, PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO: JESÚS SE HA PERDIDO. TIENE DOCE AÑOS. ACONGOJADA Y AFANOSAMENTE LA VIRGEN LO BUSCA CON RESIGNACIÓN. “AL TERCER DÍA, LO HALLARON EN EL TEMPLO EN MEDIO DE LOS DOCTORES DE LA LEY”. (LC. 2, 46) – PIDAMOS A MARÍA GRAN RESIGNACIÓN CRISTIANA ANTE LA VOLUNTAD DE DIOS.
(*) MISTERIOS LUMINOSOS: (SE REZAN LOS JUEVES)
1º EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN: “APENAS FUE BAUTIZADO, JESÚS SALIÓ DEL AGUA. EN ESE MOMENTO SE LE ABRIERON LOS CIELOS, Y VIO AL ESPÍRITU DE DIOS DESCENDER COMO UNA PALOMA Y DIRIGIRSE HACIA ÉL. Y SE OYÓ UNA VOZ DEL CIELO QUE DECÍA: ÉSTE ES MI HIJO MUY QUERIDO, EN QUIEN TENGO PUESTA TODA MI PREDILECCIÓN”. (MT. 3, 16-17) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN, VIVIR NUESTRO BAUTISMO CON FIDELIDAD A CRISTO JESÚS.
2º LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ: “Y COMO FALTABA VINO LA MADRE DE JESÚS LE DIJO: NO TIENEN VINO. JESÚS LE RESPONDIÓ: ¿QUÉ TENEMOS QUE VER NOSOTROS?. MI HORA NO HA LLEGADO TODAVÍA. PERO SU MADRE DIJO A LOS SIRVIENTES: HAGAN TODO LO QUE ÉL LES DIGA... ÉSTE FUE EL PRIMERO DE LOS SIGNOS DE JESÚS Y LO HIZO EN CANÁ DE GALILEA. ASÍ MANIFESTÓ SU GLORIA Y SUS DISCÍPULOS CREYERON EN ÉL”. (JN. 2, 3-5, 11) – PIDAMOS A MARÍA SANTÍSIMA, SABER CORRESPONDER AL SEÑOR.
3º EL ANUNCIO DE JESÚS SOBRE EL REINO DE DIOS Y SU INVITACIÓN A LA CONVERSIÓN: “ALLÍ PROCLAMABA LA BUENA NOTICIA DE DIOS, DICIENDO: EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO: EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA. CONVIÉRTANSE Y CREAN EN LA BUENA NOTICIA”. (MC. 1, 14-15) – PIDAMOS AL SEÑOR, NOS ENVÍE SU ESPÍRITU, PARA LOGRAR UNA REAL CONVERSIÓN.
4º LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS EN EL MONTE TABOR: “MIENTRAS ORABA, SU ROSTRO CAMBIÓ DE ASPECTO Y SUS VESTIDURAS SE VOLVIERON DE UNA BLANCURA DESLUMBRANTE... DESDE LA NUBE SE OYÓ ENTONCES UNA VOZ QUE DECÍA: ÉSTE ES MI HIJO, EL ELEGIDO, ESCÚCHENLO”. (LC. 9, 29 Y 35) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN, RECONOCER EN NUESTROS HERMANOS, EL ROSTRO DE JESÚS.
5º JESÚS INSTITUYE LA EUCARISTÍA: “MIENTRAS COMÍAN, JESÚS TOMÓ EL PAN, PRONUNCIÓ LA BENDICIÓN, LO PARTIÓ Y LO DIO A SUS DISCÍPULOS DICIENDO: TOMEN Y COMAN ESTO ES MI CUERPO. DESPUÉS TOMÓ UNA COPA, DIO GRACIAS Y SE LA ENTREGÓ DICIENDO: BEBAN TODOS DE ELLA, PORQUE ÉSTA ES MI SANGRE, LA SANGRE DE LA ALIANZA, QUE SE DERRAMA POR MUCHOS PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOS”. (MT. 26, 26-28) – PIDAMOS A MARÍA SANTÍSIMA, SER DIGNOS DEPOSITARIOS DEL CUERPO Y DE LA SANGRE DE JESÚS.
(*) MISTERIOS DOLOROSOS: (SE REZAN LOS MARTES Y VIERNES)
1º LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS: LA NOCHE ANTES DE SU MUERTE EN LA CRUZ, JESÚS, QUE SIENDO DIOS SABÍA QUE LO IBAN A CRUCIFICAR, SUBE AL MONTE DE LOS OLIVOS A REZAR. “Y ADELANTÁNDOSE UN POCO, CAYÓ CON EL ROSTRO EN TIERRA, ORANDO ASÍ: “PADRE MÍO, SI ES POSIBLE, QUE PASE LEJOS DE MÍ ESTE CÁLIZ, PERO NO SE HAGA MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA”. (MT. 26, 39) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN, APRENDER A ORAR.
2º LA FLAGELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR: “PILATOS MANDÓ ENTONCES AZOTAR A JESÚS”. (JN. 19, 1) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN, APRENDER A SUFRIR.
3º LA CORONACIÓN DE ESPINAS: LOS SOLDADOS TEJIERON UNA CORONA DE ESPINAS Y SE LA PUSIERON SOBRE LA CABEZA. LO REVISTIERON CON UN MANTO ROJO, Y ACERCÁNDOSE, LE DECÍAN: “¡SALUD, REY DE LOS JUDÍOS!”, Y LO ABOFETEABAN. (JN. 19, 2-3) – PIDAMOS A LA VIRGEN, APRENDER A ACEPTAR PACIENTEMENTE LAS HUMILLACIONES.
4º JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS CAMINO AL CALVARIO: JESÚS, CARGANDO SOBRE SÍ LA CRUZ, SALIÓ DE LA CIUDAD PARA DIRIGIRSE AL LUGAR LLAMADO “DEL CRÁNEO”, EN HEBREO “GÓLGOTA”. (JN. 19, 17) – PIDAMOS A LA VIRGEN, APRENDER A ACEPTAR Y AMAR NUESTRA CRUZ.
5º LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO: “CUANDO LLEGARON AL LUGAR LLAMADO “DEL CRÁNEO”, LO CRUCIFICARON”. (LC. 23, 33). ERA ALREDEDOR DEL MEDIODÍA. EL SOL SE ECLIPSÓ Y LA OSCURIDAD CUBRIÓ TODA LA TIERRA HASTA LAS TRES DE LA TARDE: EL VELO DEL TEMPLO SE RASGÓ POR EL MEDIO. JESÚS, CON UN GRITO, EXCLAMÓ: “PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”. Y DICIENDO ESTO, EXPIRÓ. (LC. 23, 44-46) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN LLEGAR AL ÚLTIMO MOMENTO DE NUESTRA VIDA, HABIENDO CUMPLIDO BIEN NUESTRA MISIÓN AQUÍ EN LA TIERRA.
(*) MISTERIOS GLORIOSOS: (SE REZAN LOS MIÉRCOLES Y DOMINGOS)
1º LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO: AL ENTRAR AL SEPULCRO, VIERON A UN JOVEN SENTADO A LA DERECHA, VESTIDO CON UNA TÚNICA BLANCA. ELLAS QUEDARON SORPRENDIDAS, PERO ÉL LES DIJO: “NO TEMAN. USTEDES BUSCAN A JESÚS DE NAZARET, EL CRUCIFICADO. HA RESUCITADO, NO ESTÁ AQUÍ. (MC. 16, 5-6) – SI POR EL PECADO HUBIÉRAMOS MUERTO A LA GRACIA, PIDAMOS A LA VIRGEN MARÍA RESUCITAR CON CRISTO, POR MEDIO DE UNA SINCERA CONFESIÓN.
2º LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR A LOS CIELOS: “USTEDES SON TESTIGOS DE TODO ESTO. Y YO LES ENVIARÉ LO QUE MI PADRE LES HA PROMETIDO. PERMANEZCAN EN LA CIUDAD, HASTA QUE SEAN REVESTIDOS CON LA FUERZA QUE VIENE DE LO ALTO”. DESPUÉS JESÚS LOS LLEVÓ HASTA LAS PROXIMIDADES DE BETANIA Y, ELEVANDO SUS MANOS, LOS BENDIJO. MIENTRAS LOS BENDECÍA, SE SEPARÓ DE ELLOS Y FUE LLEVADO AL CIELO”. (LC. 24, 48-51) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN ASCENDER DIARIAMENTE EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL.
3º LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE MARÍA SANTÍSIMA Y SOBRE LOS APÓSTOLES: “AL LLEGAR EL DÍA DE PENTECOSTÉS, ESTABAN TODOS REUNIDOS EN EL MISMO LUGAR. DE PRONTO, VINO DEL CIELO UN RUIDO SEMEJANTE A UNA RÁFAGA DE VIENTO QUE RESONÓ EN TODA LA CASA DONDE SE ENCONTRABAN. ENTONCES VIERON APARECER UNAS LENGUAS COMO DE FUEGO, QUE DESCENDIERON POR SEPARADO SOBRE CADA UNO DE ELLOS. TODOS QUEDARON LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO”. (HECHOS 2, 1-4) – PIDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS ILUMINE PARA CUMPLIR SIEMPRE LA VOLUNTAD DE DIOS.
4º LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA A LOS CIELOS: “FINALMENTE, LA VIRGEN INMACULADA, PRESERVADA INMUNE DE TODA MANCHA DE CULPA ORIGINAL, TERMINADO EL DECURSO DE SU VIDA TERRENA, FUE ASUNTA EN CUERPO Y ALMA A LA GLORIA CELESTIAL (LUMEN GENTIUM CAP. VIII 59) – PEDIMOS A DIOS, VIVIR COMO LO HIZO MARÍA AQUÍ EN LA TIERRA, CON SENCILLEZ Y HUMILDAD, PARA ALCANZAR UNA SANTA MUERTE.
5º LA CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA COMO REINA Y SEÑORA DE TODO LO CREADO: “...Y ENSALZADA POR EL SEÑOR COMO REINA UNIVERSAL CON EL FIN DE QUE SE ASEMEJASE DE FORMA MÁS PLENA A SU HIJO, SEÑOR DE LOS SEÑORES Y VENCEDOR DEL PECADO Y DE LA MUERTE”. (LUMEN GENTIUM CAP. VIII 59) – PIDAMOS A DIOS LA VERDADERA Y FILIAL DEVOCIÓN A MARÍA Y LA GRACIA DE IMITAR FIELMENTE SUS VIRTUDES, PARA ALCANZAR EL CIELO.
LAS PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LOS QUE REZAN EL SANTO ROSARIO
1. LOS QUE FIELMENTE ME SIRVEN MEDIANTE EL REZO DEL SANTO ROSARIO, RECIBIRÁN INSIGNES GRACIAS.
2. YO PROMETO MI PROTECCIÓN ESPECIAL, Y LAS MÁS NOTABLES GRACIAS A TODOS LOS QUE RECITASEN EL SANTO ROSARIO.
3. EL ROSARIO SERÁ LA DEFENSA MÁS PODEROSA CONTRA LAS FUERZAS DEL INFIERNO. SE DESTRUIRÁ EL VICIO; SE DISMINUIRÁ EL PECADO Y SE VENCERÁ A TODAS LAS HEREJÍAS.
4. POR EL REZO DEL SANTO ROSARIO, FLORECERÁN LAS VIRTUDES Y TAMBIÉN LAS BUENAS OBRAS. LAS ALMAS OBTENDRÁN LA MISERICORDIA DE DIOS EN ABUNDANCIA. SE APARTARÁN LOS CORAZONES DEL AMOR AL MUNDO Y SUS VANIDADES Y SERÁN ELEVADOS A DESEAR LOS BIENES ETERNOS. OJALÁ QUE LAS ALMAS HICIESEN EL PROPÓSITO DE SANTIFICARSE POR ESTE MEDIO.
5. EL ALMA QUE SE RECOMIENDA A MÍ POR EL REZO DEL SANTO ROSARIO, NO PERECERÁ JAMÁS.
6. EL QUE RECITASE EL ROSARIO DEVOTAMENTE, APLICÁNDOSE A MEDITAR LOS SAGRADOS MISTERIOS, NO SERÁ VENCIDO POR LA MALA FORTUNA. EN SU JUSTO JUICIO, DIOS NO LO CASTIGARÁ. NO SUFRIRÁ LA MUERTE IMPROVISA. Y SI ES JUSTO, PERMANECERÁ EN LA GRACIA DE DIOS, Y SERÁ DIGNO DE ALCANZAR LA VIDA ETERNA.
7. EL QUE CONSERVA UNA VERDADERA DEVOCIÓN AL ROSARIO, NO MORIRÁ SIN LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA.
8. LOS QUE FIELMENTE REZAN EL SANTO ROSARIO, TENDRÁN EN LA VIDA Y EN LA MUERTE, LA LUZ DE DIOS Y LA PLENITUD DE SU GRACIA. EN LA HORA DE LA MUERTE, PARTICIPARÁN DE LOS MÉRITOS DE LOS SANTOS DEL PARAÍSO.
9. YO LIBRARÉ DEL PURGATORIO A LOS QUE HAN ACOSTUMBRADO EL REZO DEL SANTO ROSARIO.
10. LOS DEVOTOS DEL SANTO ROSARIO, MERECERÁN UN GRADO ELEVADO DE GLORIA EN EL CIELO.
11. SE OBTENDRÁ TODO LO QUE SE ME PIDIERE MEDIANTE LA RECITACIÓN DEL SANTO ROSARIO.
12. TODOS LOS QUE PROPAGAN EL SANTO ROSARIO RECIBIRÁN MI AUXILIO EN SUS NECESIDADES.
13. PARA LOS DEVOTOS DEL SANTO ROSARIO, HE OBTENIDO DE MI DIVINO HIJO, LA INTERCESIÓN DE TODA LA CORTE CELESTIAL DURANTE LA VIDA Y EN LA HORA DE LA MUERTE.
14. TODOS LOS QUE REZAN EL SANTO ROSARIO SON HIJOS MÍOS, Y HERMANOS DE MI ÚNICO HIJO, JESUCRISTO.
15. LA DEVOCIÓN AL SANTO ROSARIO ES GRAN SEÑAL DE PREDESTINACIÓN.
BENDICIONES DEL ROSARIO
1. LOS PECADORES OBTIENEN EL PERDÓN.
2. LAS ALMAS SEDIENTAS SE SACIAN.
3. LOS QUE ESTÁN ATADOS VEN SUS LAZOS DESECHOS.
4. LOS QUE LLORAN HALLAN ALEGRÍA.
5. LOS QUE SON TENTADOS HALLAN TRANQUILIDAD.
6. LOS POBRES SON SOCORRIDOS.
7. LOS RELIGIOSOS SON REFORMADOS.
8. LOS IGNORANTES SON INSTRUIDOS.
9. LOS VIVOS TRIUNFAN SOBRE LA VANIDAD.
10. LOS MUERTOS ALCANZAN LA MISERICORDIA POR VÍA DE SUFRAGIOS.
LOS BENEFICIOS DEL ROSARIO
1. NOS OTORGA GRADUALMENTE UN CONOCIMIENTO COMPLETO DE JESUCRISTO.
2. PURIFICA NUESTRAS ALMAS, LAVANDO NUESTRAS CULPAS.
3. NOS DA LA VICTORIA SOBRE NUESTROS ENEMIGOS.
4. NOS FACILITA PRACTICAR LA VIRTUD.
5. NOS ENCIENDE EL AMOR A NUESTRO SEÑOR.
6. NOS ENRIQUECE CON GRACIAS Y MÉRITOS.
7. NOS PROVEE CON LO NECESARIO PARA PAGAR NUESTRAS DEUDAS A DIOS Y A NUESTROS FAMILIARES CERCANOS, Y FINALMENTE, SE OBTIENE TODA CLASE DE GRACIA DE NUESTRO DIOS TODOPODEROSO.
SOR LUCÍA, VIDENTE DE FÁTIMA
EL 26 DE DICIEMBRE DE 1957, EL PADRE AGUSTÍN FUENTES, POSTULADOR DE LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN DE FRANCISCO Y JACINTA MARTO, ENTREVISTÓ A SOR LUCÍA DOS SANTOS, VIDENTE DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA. EN EL CURSO DE ESA ENTREVISTA, LE DIJO SOR LUCÍA AL PADRE FUENTES:
"… LA SANTÍSIMA VIRGEN NOS DIJO, TANTO A MIS PRIMOS COMO A MÍ, QUE 2 ERAN LOS ÚLTIMOS REMEDIOS QUE DIOS DABA AL MUNDO: EL SANTO ROSARIO Y EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA…"
"… MIRE, PADRE, LA SANTÍSIMA VIRGEN, EN ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS EN QUE ESTAMOS VIVIENDO, HA DADO UNA NUEVA EFICACIA AL REZO DEL SANTO ROSARIO, DE TAL MANERA QUE AHORA NO HAY PROBLEMA POR MÁS DIFÍCIL QUE SEA: SEA TEMPORAL Y, SOBRE TODO, ESPIRITUAL; SEA QUE SE REFIERA A LA VIDA PERSONAL DE CADA UNO DE NOSOTROS O A LA VIDA DE NUESTRAS FAMILIAS DEL MUNDO O COMUNIDADES RELIGIOSAS, O A LA VIDA DE LOS PUEBLOS Y NACIONES; NO HAY PROBLEMA, REPITO, POR MÁS DIFÍCIL QUE SEA, QUE NO PODAMOS RESOLVER AHORA CON EL REZO DEL SANTO ROSARIO".
"CON EL SANTO ROSARIO NOS SALVAREMOS, NOS SANTIFICAREMOS, CONSOLAREMOS A NUESTRO SEÑOR Y OBTENDREMOS LA SALVACIÓN DE MUCHAS ALMAS. POR ESO, EL DEMONIO HARÁ TODO LO POSIBLE PARA DISTRAERNOS DE ESTA DEVOCIÓN; NOS PONDRÁ MULTITUD DE PRETEXTOS: CANSANCIO, OCUPACIONES, ETC., PARA QUE NO RECEMOS EL SANTO ROSARIO".
"SI NOS DIERAN UN PROGRAMA MÁS DIFÍCIL DE SALVACIÓN, MUCHAS ALMAS QUE SE CONDENARÁN TENDRÍAN EL PRETEXTO DE QUE NO PUDIERON REALIZAR DICHO PROGRAMA. PERO AHORA EL PROGRAMA ES BREVÍSIMO Y FÁCIL: REZAR EL SANTO ROSARIO. CON EL ROSARIO PRACTICAREMOS LOS SANTOS MANDAMIENTOS, APROVECHAREMOS LA FRECUENCIA DE LOS SACRAMENTOS, PROCURAREMOS CUMPLIR PERFECTAMENTE NUESTROS DEBERES DE ESTADO Y HACER LO QUE DIOS QUIERE DE CADA UNO DE NOSOTROS".
"EL ROSARIO ES EL ARMA DE COMBATE DE LAS BATALLAS ESPIRITUALES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS".
MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS NOS DICE:
3/02/1985 - Nº 465
HIJA: QUIERO QUE SEPÁIS, EL PORQUÉ DE MI IMAGEN CON EL NIÑO Y EL ROSARIO.
EL NIÑO, SIGNIFICA PUREZA Y NUEVA VIDA, YA QUE JESÚS NIÑO ES EL RENACER A LA VIDA, ES LA FUENTE SALVADORA DE TODA ALMA SEDIENTA.
EL ROSARIO, OS LO ESTOY OFRECIENDO COMO CONSUELO, PARA QUE, REZANDO EL SANTO ROSARIO, VOLQUÉIS TODOS VUESTROS DOLORES, VUESTRAS NECESIDADES Y SÚPLICAS. COMO MADRE, OS ESCUCHO QUERIDOS HIJOS, GRANDE ES MI AMOR POR VOSOTROS. AMÉN.
19/04/1986 - Nº 850
VEO UNA ENORME CORONA DE ROSARIOS BLANCOS. VEO A LA SANTÍSIMA VIRGEN Y ME DICE: VES ESTA CORONA, PORQUE ESTO ES LO QUE DESEO QUE HAGÁIS, UNA VERDADERA CORONA DE ROSARIOS.
ORACIÓN, HIJA MÍA, ORACIÓN, ¡CUÁNTAS BOCAS PERMANECEN AÚN CALLADAS!, SIN CONOCER SIQUIERA UNA ORACIÓN QUE LOS ACERQUE EL SEÑOR.
EL SANTO ROSARIO ES EL ARMA A LA CUAL LE TEME EL ENEMIGO, ES TAMBIÉN EL REFUGIO DE LOS QUE BUSCAN ALIVIO A SUS PESARES Y ES LA PUERTA PARA ENTRAR EN MI CORAZÓN.
GLORIA AL SEÑOR POR LA LUZ QUE DA AL MUNDO.
7/10/1986 - Nº 986
GLADYS: CON EL SANTO ROSARIO SE PUEDE ENFRENTAR CUALQUIER PELIGRO, YA QUE EN ÉL ESTÁ PRESENTE CRISTO Y LA MADRE DE CRISTO.
ES LA ORACIÓN PROFUNDA, LA INMEDIATA COMUNICACIÓN CON EL SEÑOR Y CON MARÍA.
ES EL REGALO QUE OS ESTOY DANDO PARA QUE VOSOTROS LO ACEPTÉIS Y LO CONSERVÉIS MEDIANTE SU REZO.
AMÉN, AMÉN.
29/08/1987 - Nº 1248
LA BENDICIÓN DE UN ROSARIO TIENE MUCHO VALOR; TANTO COMO LA ORACIÓN MISMA.
QUIERO DECIRTE QUE ESTANDO BENDECIDO EL ROSARIO CON QUE SE REZA, LA ORACIÓN SE CONVIERTE EN UNA SÚPLICA DE AMOR AL SEÑOR Y ÉL A SU VEZ, VUELCA EN ESE HIJO QUE ORA, SU BENDICIÓN.
POR ESO ES TAN IMPORTANTE, TENER EL ROSARIO ENTRE LAS MANOS MIENTRAS SE REZA.
ALABADO POR SIEMPRE SEA EL SEÑOR.
ORACIONES CATOLICAS
BLOG DESTINADO A DAR A CONOCER LAS ORACIONES Y PROMESAS DE JESUS Y MARIA
sábado, 23 de abril de 2011
ORECIMIENTO DE VIDA
OFRECIMIENTO DE VIDA
Sufrimiento, llevado con paciencia, la conversión de los pecadores empedernidos y dar gloria a Dios. Las
Almas salvadas, gracias a los sufrimientos aceptados por ustedes, pueden alcanzar incluso la santidad.
–Cuando pesa sobre ustedes la cruz del sufrimiento, sea por causa de una enfermedad o de un
Sufrimiento espiritual, recuerden que no son sino peregrinos en la tierra. Más allá de la tumba, hay un mundo
Maravillosamente más bello, que Dios ha preparado para sus hijos, donde les espera una felicidad muchísimo
Mayor que la que merecían debido a sus sufrimientos pacientemente sobrellevados. En un estado de felicidad
Que “ojo jamás vio, ni oído nunca oyó” estarán sumergidas sus almas durante toda una eternidad. Aunque la
Vida de uno esté llena de sufrimiento, será siempre muy corta, y se acabará pronto. Alégrense, aun cuando
Estén sufriendo, porque avanzan hacia una meta segura y al final del camino les espera el brazo tierno de su
Madre y el amor eterno de la Santísima Trinidad.
–Los llamo a ustedes, mis queridos hijos, a un apostolado de especial elección, para que soporten el
Martirio espiritual por los pecados de los demás, y para que por medio del sacrificio de sus vidas, ofrecido con
Gran corazón, Dios pueda derramar ríos de su misericordia. Piensen, mis queridos hijos, qué inmensa multitud
De almas pueden salvar de la eterna condenación si llevan con paciencia esa pequeña astilla de la cruz de mí
Santo Hijo, que Él les ha dado, para que tomando la mano de su Madre participen ustedes también de la obra
De la Redención. No pidan, hijos míos, el sufrimiento; pero acepten siempre con humilde entrega, aquellos que
El Señor les da.
“No puedo quitar la cruz a las almas escogidas”
Jesús dijo:
–Hijos míos, apóstoles míos: las almas necesitan tanto de los sufrimientos aceptados por ustedes como
Los enfermos de la medicina. No puedo descargar la cruz de los hombros de ustedes aunque por momentos
Les parezca que ya van a caer bajo su peso; porque si la quitara, se interrumpiría el proceso de curación de las
Almas y dejaría perecer a aquellas que todavía pueden ser salvadas. Cuando se cancela la deuda de una o
Varias almas o termina su tratamiento curativo gracias al sufrimiento ofrecido por ellas, entonces quito la cruz
Por algún tiempo para que cobre nuevo vigor mi apóstol, destinado a tan sublime vocación.
–Hijos míos, una sola alma que se pone sobre el altar del sacrificio por amor a mí y a sus hermanos,
Aumenta cien veces la gloria de mi Padre y la alegría de mi querida Madre. ¡Levántense, hijos míos, con un
Fervor más intenso! Mi Iglesia nunca ha tenido una necesidad tan grande de víctimas generosas como ahora...
Hacen falta almas que no estén rumiando sus propios problemas, sino cuya mirada esté puesta en los demás
Buscando cómo puedan ayudarles en lo corporal y en lo espiritual. Vuelquen sus pensamientos y su amor
Desinteresado sobre cómo poder salvar a los infieles y a los pecadores, porque saben muy bien que no hay
Nada tan precioso en el mundo como las almas... ¡Láncense, hijos míos, una y otra vez hacia la sagrada meta
De salvar las almas! ¡Háganse santos para que puedan ser verdaderamente mis apóstoles revestidos de Cristo
Ante la faz de mi Padre!
Mensaje de la Virgen para los que hacen la Ofrenda de Vida
La Santísima Virgen dijo:
–Cuando el Eterno Padre escoge un alma para darle la gracia de ser uno de los elegidos, la destina a
Que ya en la tierra sea semejante a su Hijo Unigénito. Y, ¿en qué debe ser semejante a Él? En el amor y en la
Aceptación de los sufrimientos. Si en esto siguen ustedes a su Jesús, el Eterno Padre reconocerá en ustedes a
Su santo Hijo.
–Las almas a las cuales el Eterno Padre escogió para que hagan el ofrecimiento de vida deben
Esforzarse por salvar el mayor número de almas para Dios. Lo pueden alcanzar con la oración fervorosa, con
La práctica de la caridad activa y servicial, con la mansedumbre, con la humildad, con la mortificación, pero
Sobre todo con la aceptación paciente de los sufrimientos. Creo que mi Corazón maternal encontrará entre mis
Hijos, almas que con el ardor de los mártires amen a Dios.
–Aun en tiempo de las más grandes pruebas, mis queridos hijos, deben tomar con confianza ilimitada la
Mano de su Madre. Juntos vayan ustedes al Corazón Eucarístico de Jesús que es su fortaleza en su
Peregrinación terrenal. Así, fortalecidos diariamente por Él, continúan ustedes el camino hacia el hogar de la
Eterna felicidad donde en glorioso éxtasis, se reconocerán entre sí los que hayan hecho de su vida una
Ofrenda de amor a gloria de Dios y el bien de las almas.
–Entonces, mi santísimo Hijo les va a estrechar a su Corazón inflamado de amor, para sumergirlos en
El gozo de la unidad de amor de la Santísima Trinidad, en el estado de la eterna felicidad, para que puedan
Alegrarse sin fin en compañía de las almas para quienes con su generoso ofrecimiento de vida logró
Alcanzar la salvación.
– ¡Amen y tengan confianza, hijos míos, porque Dios está con ustedes! El Señor ama la vida de cada
Alma que hizo la entrega de sí misma. Precisamente por eso no pongan límite a sus sacrificios. ¡Dar más,
Amar mejor! Sea ésta la consigna de su vida.
El Amor Misericordioso de Jesús
En cierta ocasión recibí un libro y leí en él que nuestro Jesús se quejaba de que las almas caían al
Infierno como bajan en invierno los copos de nieve. Al leer esto comencé a ver el mundo que está a mí
Alrededor y en espíritu lloré a los pies de Jesús. Entonces Jesús me dijo:
–No llores, porque esto viene del maligno espíritu que quiere denigrar el Amor Misericordioso de mí
Padre. Entiende, hija mía. Si las almas cayeran al infierno como caen los copos de nieve en invierno, mi Padre
Jamás hubiera creado al hombre. Pero lo creó porque quiso derramar sobre sus creaturas la felicidad de la
Santísima Trinidad.
–Es verdad que el hombre cometió el pecado con su desobediencia, pero mi Padre envió al Hijo, quien
Con su obediencia lo reparó todo. Sólo caen en las tinieblas exteriores aquellas almas que hasta el último
Momento de su existencia rechazan a Dios. Pero el alma que antes de abandonar el cuerpo sólo dijera con
Arrepentimiento: “¡Dios mío, sé misericordioso conmigo!”, ya se ha librado de las tinieblas exteriores.
–Pero mira, hija mía, el Amor Misericordioso de mi Padre alcanza incluso a los pecadores
Empedernidos. Por eso pido el ofrecimiento de vida que, cual sacrificio unido a mi cruento sacrificio, alcanza
Que la Justicia Divina sea satisfecha y de esta manera pueda haber misericordia también para los
Empedernidos, al menos en el último día o último momento de su vida. Por eso convocaré una multitud de
Almas entregadas para esta pesca apostólica de almas”.
Oración de Ofrecimiento de Vida
Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo
Y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado
Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y
Sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa
Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre
Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del
Mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta
El fin de mi vida. Amén.
Cinco promesas de la Santísima Virgen para los que hacen el Ofrecimiento de Vida
1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón
Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la
Condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así
Parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del
Perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de
Ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la
Presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente
Junto Conmigo.
Mensaje a las madres del mundo (1986)
La Santísima Virgen dijo:
–En el corazón de muchas madres arde el dolor. Se les oprime el corazón, por el estado espiritual de
Sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de su vida más allá de la muerte
Sufrimiento, llevado con paciencia, la conversión de los pecadores empedernidos y dar gloria a Dios. Las
Almas salvadas, gracias a los sufrimientos aceptados por ustedes, pueden alcanzar incluso la santidad.
–Cuando pesa sobre ustedes la cruz del sufrimiento, sea por causa de una enfermedad o de un
Sufrimiento espiritual, recuerden que no son sino peregrinos en la tierra. Más allá de la tumba, hay un mundo
Maravillosamente más bello, que Dios ha preparado para sus hijos, donde les espera una felicidad muchísimo
Mayor que la que merecían debido a sus sufrimientos pacientemente sobrellevados. En un estado de felicidad
Que “ojo jamás vio, ni oído nunca oyó” estarán sumergidas sus almas durante toda una eternidad. Aunque la
Vida de uno esté llena de sufrimiento, será siempre muy corta, y se acabará pronto. Alégrense, aun cuando
Estén sufriendo, porque avanzan hacia una meta segura y al final del camino les espera el brazo tierno de su
Madre y el amor eterno de la Santísima Trinidad.
–Los llamo a ustedes, mis queridos hijos, a un apostolado de especial elección, para que soporten el
Martirio espiritual por los pecados de los demás, y para que por medio del sacrificio de sus vidas, ofrecido con
Gran corazón, Dios pueda derramar ríos de su misericordia. Piensen, mis queridos hijos, qué inmensa multitud
De almas pueden salvar de la eterna condenación si llevan con paciencia esa pequeña astilla de la cruz de mí
Santo Hijo, que Él les ha dado, para que tomando la mano de su Madre participen ustedes también de la obra
De la Redención. No pidan, hijos míos, el sufrimiento; pero acepten siempre con humilde entrega, aquellos que
El Señor les da.
“No puedo quitar la cruz a las almas escogidas”
Jesús dijo:
–Hijos míos, apóstoles míos: las almas necesitan tanto de los sufrimientos aceptados por ustedes como
Los enfermos de la medicina. No puedo descargar la cruz de los hombros de ustedes aunque por momentos
Les parezca que ya van a caer bajo su peso; porque si la quitara, se interrumpiría el proceso de curación de las
Almas y dejaría perecer a aquellas que todavía pueden ser salvadas. Cuando se cancela la deuda de una o
Varias almas o termina su tratamiento curativo gracias al sufrimiento ofrecido por ellas, entonces quito la cruz
Por algún tiempo para que cobre nuevo vigor mi apóstol, destinado a tan sublime vocación.
–Hijos míos, una sola alma que se pone sobre el altar del sacrificio por amor a mí y a sus hermanos,
Aumenta cien veces la gloria de mi Padre y la alegría de mi querida Madre. ¡Levántense, hijos míos, con un
Fervor más intenso! Mi Iglesia nunca ha tenido una necesidad tan grande de víctimas generosas como ahora...
Hacen falta almas que no estén rumiando sus propios problemas, sino cuya mirada esté puesta en los demás
Buscando cómo puedan ayudarles en lo corporal y en lo espiritual. Vuelquen sus pensamientos y su amor
Desinteresado sobre cómo poder salvar a los infieles y a los pecadores, porque saben muy bien que no hay
Nada tan precioso en el mundo como las almas... ¡Láncense, hijos míos, una y otra vez hacia la sagrada meta
De salvar las almas! ¡Háganse santos para que puedan ser verdaderamente mis apóstoles revestidos de Cristo
Ante la faz de mi Padre!
Mensaje de la Virgen para los que hacen la Ofrenda de Vida
La Santísima Virgen dijo:
–Cuando el Eterno Padre escoge un alma para darle la gracia de ser uno de los elegidos, la destina a
Que ya en la tierra sea semejante a su Hijo Unigénito. Y, ¿en qué debe ser semejante a Él? En el amor y en la
Aceptación de los sufrimientos. Si en esto siguen ustedes a su Jesús, el Eterno Padre reconocerá en ustedes a
Su santo Hijo.
–Las almas a las cuales el Eterno Padre escogió para que hagan el ofrecimiento de vida deben
Esforzarse por salvar el mayor número de almas para Dios. Lo pueden alcanzar con la oración fervorosa, con
La práctica de la caridad activa y servicial, con la mansedumbre, con la humildad, con la mortificación, pero
Sobre todo con la aceptación paciente de los sufrimientos. Creo que mi Corazón maternal encontrará entre mis
Hijos, almas que con el ardor de los mártires amen a Dios.
–Aun en tiempo de las más grandes pruebas, mis queridos hijos, deben tomar con confianza ilimitada la
Mano de su Madre. Juntos vayan ustedes al Corazón Eucarístico de Jesús que es su fortaleza en su
Peregrinación terrenal. Así, fortalecidos diariamente por Él, continúan ustedes el camino hacia el hogar de la
Eterna felicidad donde en glorioso éxtasis, se reconocerán entre sí los que hayan hecho de su vida una
Ofrenda de amor a gloria de Dios y el bien de las almas.
–Entonces, mi santísimo Hijo les va a estrechar a su Corazón inflamado de amor, para sumergirlos en
El gozo de la unidad de amor de la Santísima Trinidad, en el estado de la eterna felicidad, para que puedan
Alegrarse sin fin en compañía de las almas para quienes con su generoso ofrecimiento de vida logró
Alcanzar la salvación.
– ¡Amen y tengan confianza, hijos míos, porque Dios está con ustedes! El Señor ama la vida de cada
Alma que hizo la entrega de sí misma. Precisamente por eso no pongan límite a sus sacrificios. ¡Dar más,
Amar mejor! Sea ésta la consigna de su vida.
El Amor Misericordioso de Jesús
En cierta ocasión recibí un libro y leí en él que nuestro Jesús se quejaba de que las almas caían al
Infierno como bajan en invierno los copos de nieve. Al leer esto comencé a ver el mundo que está a mí
Alrededor y en espíritu lloré a los pies de Jesús. Entonces Jesús me dijo:
–No llores, porque esto viene del maligno espíritu que quiere denigrar el Amor Misericordioso de mí
Padre. Entiende, hija mía. Si las almas cayeran al infierno como caen los copos de nieve en invierno, mi Padre
Jamás hubiera creado al hombre. Pero lo creó porque quiso derramar sobre sus creaturas la felicidad de la
Santísima Trinidad.
–Es verdad que el hombre cometió el pecado con su desobediencia, pero mi Padre envió al Hijo, quien
Con su obediencia lo reparó todo. Sólo caen en las tinieblas exteriores aquellas almas que hasta el último
Momento de su existencia rechazan a Dios. Pero el alma que antes de abandonar el cuerpo sólo dijera con
Arrepentimiento: “¡Dios mío, sé misericordioso conmigo!”, ya se ha librado de las tinieblas exteriores.
–Pero mira, hija mía, el Amor Misericordioso de mi Padre alcanza incluso a los pecadores
Empedernidos. Por eso pido el ofrecimiento de vida que, cual sacrificio unido a mi cruento sacrificio, alcanza
Que la Justicia Divina sea satisfecha y de esta manera pueda haber misericordia también para los
Empedernidos, al menos en el último día o último momento de su vida. Por eso convocaré una multitud de
Almas entregadas para esta pesca apostólica de almas”.
Oración de Ofrecimiento de Vida
Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo
Y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado
Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y
Sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa
Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre
Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del
Mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta
El fin de mi vida. Amén.
Cinco promesas de la Santísima Virgen para los que hacen el Ofrecimiento de Vida
1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón
Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la
Condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así
Parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del
Perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de
Ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la
Presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente
Junto Conmigo.
Mensaje a las madres del mundo (1986)
La Santísima Virgen dijo:
–En el corazón de muchas madres arde el dolor. Se les oprime el corazón, por el estado espiritual de
Sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de su vida más allá de la muerte
OFRECIMIENTO DE VIDA
OFRECIMIENTO DE VIDA
Sufrimiento, llevado con paciencia, la conversión de los pecadores empedernidos y dar gloria a Dios. Las
Almas salvadas, gracias a los sufrimientos aceptados por ustedes, pueden alcanzar incluso la santidad.
–Cuando pesa sobre ustedes la cruz del sufrimiento, sea por causa de una enfermedad o de un
Sufrimiento espiritual, recuerden que no son sino peregrinos en la tierra. Más allá de la tumba, hay un mundo
Maravillosamente más bello, que Dios ha preparado para sus hijos, donde les espera una felicidad muchísimo
Mayor que la que merecían debido a sus sufrimientos pacientemente sobrellevados. En un estado de felicidad
Que “ojo jamás vio, ni oído nunca oyó” estarán sumergidas sus almas durante toda una eternidad. Aunque la
Vida de uno esté llena de sufrimiento, será siempre muy corta, y se acabará pronto. Alégrense, aun cuando
Estén sufriendo, porque avanzan hacia una meta segura y al final del camino les espera el brazo tierno de su
Madre y el amor eterno de la Santísima Trinidad.
–Los llamo a ustedes, mis queridos hijos, a un apostolado de especial elección, para que soporten el
Martirio espiritual por los pecados de los demás, y para que por medio del sacrificio de sus vidas, ofrecido con
Gran corazón, Dios pueda derramar ríos de su misericordia. Piensen, mis queridos hijos, qué inmensa multitud
De almas pueden salvar de la eterna condenación si llevan con paciencia esa pequeña astilla de la cruz de mí
Santo Hijo, que Él les ha dado, para que tomando la mano de su Madre participen ustedes también de la obra
De la Redención. No pidan, hijos míos, el sufrimiento; pero acepten siempre con humilde entrega, aquellos que
El Señor les da.
“No puedo quitar la cruz a las almas escogidas”
Jesús dijo:
–Hijos míos, apóstoles míos: las almas necesitan tanto de los sufrimientos aceptados por ustedes como
Los enfermos de la medicina. No puedo descargar la cruz de los hombros de ustedes aunque por momentos
Les parezca que ya van a caer bajo su peso; porque si la quitara, se interrumpiría el proceso de curación de las
Almas y dejaría perecer a aquellas que todavía pueden ser salvadas. Cuando se cancela la deuda de una o
Varias almas o termina su tratamiento curativo gracias al sufrimiento ofrecido por ellas, entonces quito la cruz
Por algún tiempo para que cobre nuevo vigor mi apóstol, destinado a tan sublime vocación.
–Hijos míos, una sola alma que se pone sobre el altar del sacrificio por amor a mí y a sus hermanos,
Aumenta cien veces la gloria de mi Padre y la alegría de mi querida Madre. ¡Levántense, hijos míos, con un
Fervor más intenso! Mi Iglesia nunca ha tenido una necesidad tan grande de víctimas generosas como ahora...
Hacen falta almas que no estén rumiando sus propios problemas, sino cuya mirada esté puesta en los demás
Buscando cómo puedan ayudarles en lo corporal y en lo espiritual. Vuelquen sus pensamientos y su amor
Desinteresado sobre cómo poder salvar a los infieles y a los pecadores, porque saben muy bien que no hay
Nada tan precioso en el mundo como las almas... ¡Láncense, hijos míos, una y otra vez hacia la sagrada meta
De salvar las almas! ¡Háganse santos para que puedan ser verdaderamente mis apóstoles revestidos de Cristo
Ante la faz de mi Padre!
Mensaje de la Virgen para los que hacen la Ofrenda de Vida
La Santísima Virgen dijo:
–Cuando el Eterno Padre escoge un alma para darle la gracia de ser uno de los elegidos, la destina a
Que ya en la tierra sea semejante a su Hijo Unigénito. Y, ¿en qué debe ser semejante a Él? En el amor y en la
Aceptación de los sufrimientos. Si en esto siguen ustedes a su Jesús, el Eterno Padre reconocerá en ustedes a
Su santo Hijo.
–Las almas a las cuales el Eterno Padre escogió para que hagan el ofrecimiento de vida deben
Esforzarse por salvar el mayor número de almas para Dios. Lo pueden alcanzar con la oración fervorosa, con
La práctica de la caridad activa y servicial, con la mansedumbre, con la humildad, con la mortificación, pero
Sobre todo con la aceptación paciente de los sufrimientos. Creo que mi Corazón maternal encontrará entre mis
Hijos, almas que con el ardor de los mártires amen a Dios.
–Aun en tiempo de las más grandes pruebas, mis queridos hijos, deben tomar con confianza ilimitada la
Mano de su Madre. Juntos vayan ustedes al Corazón Eucarístico de Jesús que es su fortaleza en su
Peregrinación terrenal. Así, fortalecidos diariamente por Él, continúan ustedes el camino hacia el hogar de la
Eterna felicidad donde en glorioso éxtasis, se reconocerán entre sí los que hayan hecho de su vida una
Ofrenda de amor a gloria de Dios y el bien de las almas.
–Entonces, mi santísimo Hijo les va a estrechar a su Corazón inflamado de amor, para sumergirlos en
El gozo de la unidad de amor de la Santísima Trinidad, en el estado de la eterna felicidad, para que puedan
Alegrarse sin fin en compañía de las almas para quienes con su generoso ofrecimiento de vida logró
Alcanzar la salvación.
– ¡Amen y tengan confianza, hijos míos, porque Dios está con ustedes! El Señor ama la vida de cada
Alma que hizo la entrega de sí misma. Precisamente por eso no pongan límite a sus sacrificios. ¡Dar más,
Amar mejor! Sea ésta la consigna de su vida.
El Amor Misericordioso de Jesús
En cierta ocasión recibí un libro y leí en él que nuestro Jesús se quejaba de que las almas caían al
Infierno como bajan en invierno los copos de nieve. Al leer esto comencé a ver el mundo que está a mí
Alrededor y en espíritu lloré a los pies de Jesús. Entonces Jesús me dijo:
–No llores, porque esto viene del maligno espíritu que quiere denigrar el Amor Misericordioso de mí
Padre. Entiende, hija mía. Si las almas cayeran al infierno como caen los copos de nieve en invierno, mi Padre
Jamás hubiera creado al hombre. Pero lo creó porque quiso derramar sobre sus creaturas la felicidad de la
Santísima Trinidad.
–Es verdad que el hombre cometió el pecado con su desobediencia, pero mi Padre envió al Hijo, quien
Con su obediencia lo reparó todo. Sólo caen en las tinieblas exteriores aquellas almas que hasta el último
Momento de su existencia rechazan a Dios. Pero el alma que antes de abandonar el cuerpo sólo dijera con
Arrepentimiento: “¡Dios mío, sé misericordioso conmigo!”, ya se ha librado de las tinieblas exteriores.
–Pero mira, hija mía, el Amor Misericordioso de mi Padre alcanza incluso a los pecadores
Empedernidos. Por eso pido el ofrecimiento de vida que, cual sacrificio unido a mi cruento sacrificio, alcanza
Que la Justicia Divina sea satisfecha y de esta manera pueda haber misericordia también para los
Empedernidos, al menos en el último día o último momento de su vida. Por eso convocaré una multitud de
Almas entregadas para esta pesca apostólica de almas”.
Oración de Ofrecimiento de Vida
Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo
Y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado
Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y
Sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa
Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre
Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del
Mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta
El fin de mi vida. Amén.
Cinco promesas de la Santísima Virgen para los que hacen el Ofrecimiento de Vida
1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón
Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la
Condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así
Parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del
Perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de
Ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la
Presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente
Junto Conmigo.
Mensaje a las madres del mundo (1986)
La Santísima Virgen dijo:
–En el corazón de muchas madres arde el dolor. Se les oprime el corazón, por el estado espiritual de
Sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de su vida más allá de la muerte
Sufrimiento, llevado con paciencia, la conversión de los pecadores empedernidos y dar gloria a Dios. Las
Almas salvadas, gracias a los sufrimientos aceptados por ustedes, pueden alcanzar incluso la santidad.
–Cuando pesa sobre ustedes la cruz del sufrimiento, sea por causa de una enfermedad o de un
Sufrimiento espiritual, recuerden que no son sino peregrinos en la tierra. Más allá de la tumba, hay un mundo
Maravillosamente más bello, que Dios ha preparado para sus hijos, donde les espera una felicidad muchísimo
Mayor que la que merecían debido a sus sufrimientos pacientemente sobrellevados. En un estado de felicidad
Que “ojo jamás vio, ni oído nunca oyó” estarán sumergidas sus almas durante toda una eternidad. Aunque la
Vida de uno esté llena de sufrimiento, será siempre muy corta, y se acabará pronto. Alégrense, aun cuando
Estén sufriendo, porque avanzan hacia una meta segura y al final del camino les espera el brazo tierno de su
Madre y el amor eterno de la Santísima Trinidad.
–Los llamo a ustedes, mis queridos hijos, a un apostolado de especial elección, para que soporten el
Martirio espiritual por los pecados de los demás, y para que por medio del sacrificio de sus vidas, ofrecido con
Gran corazón, Dios pueda derramar ríos de su misericordia. Piensen, mis queridos hijos, qué inmensa multitud
De almas pueden salvar de la eterna condenación si llevan con paciencia esa pequeña astilla de la cruz de mí
Santo Hijo, que Él les ha dado, para que tomando la mano de su Madre participen ustedes también de la obra
De la Redención. No pidan, hijos míos, el sufrimiento; pero acepten siempre con humilde entrega, aquellos que
El Señor les da.
“No puedo quitar la cruz a las almas escogidas”
Jesús dijo:
–Hijos míos, apóstoles míos: las almas necesitan tanto de los sufrimientos aceptados por ustedes como
Los enfermos de la medicina. No puedo descargar la cruz de los hombros de ustedes aunque por momentos
Les parezca que ya van a caer bajo su peso; porque si la quitara, se interrumpiría el proceso de curación de las
Almas y dejaría perecer a aquellas que todavía pueden ser salvadas. Cuando se cancela la deuda de una o
Varias almas o termina su tratamiento curativo gracias al sufrimiento ofrecido por ellas, entonces quito la cruz
Por algún tiempo para que cobre nuevo vigor mi apóstol, destinado a tan sublime vocación.
–Hijos míos, una sola alma que se pone sobre el altar del sacrificio por amor a mí y a sus hermanos,
Aumenta cien veces la gloria de mi Padre y la alegría de mi querida Madre. ¡Levántense, hijos míos, con un
Fervor más intenso! Mi Iglesia nunca ha tenido una necesidad tan grande de víctimas generosas como ahora...
Hacen falta almas que no estén rumiando sus propios problemas, sino cuya mirada esté puesta en los demás
Buscando cómo puedan ayudarles en lo corporal y en lo espiritual. Vuelquen sus pensamientos y su amor
Desinteresado sobre cómo poder salvar a los infieles y a los pecadores, porque saben muy bien que no hay
Nada tan precioso en el mundo como las almas... ¡Láncense, hijos míos, una y otra vez hacia la sagrada meta
De salvar las almas! ¡Háganse santos para que puedan ser verdaderamente mis apóstoles revestidos de Cristo
Ante la faz de mi Padre!
Mensaje de la Virgen para los que hacen la Ofrenda de Vida
La Santísima Virgen dijo:
–Cuando el Eterno Padre escoge un alma para darle la gracia de ser uno de los elegidos, la destina a
Que ya en la tierra sea semejante a su Hijo Unigénito. Y, ¿en qué debe ser semejante a Él? En el amor y en la
Aceptación de los sufrimientos. Si en esto siguen ustedes a su Jesús, el Eterno Padre reconocerá en ustedes a
Su santo Hijo.
–Las almas a las cuales el Eterno Padre escogió para que hagan el ofrecimiento de vida deben
Esforzarse por salvar el mayor número de almas para Dios. Lo pueden alcanzar con la oración fervorosa, con
La práctica de la caridad activa y servicial, con la mansedumbre, con la humildad, con la mortificación, pero
Sobre todo con la aceptación paciente de los sufrimientos. Creo que mi Corazón maternal encontrará entre mis
Hijos, almas que con el ardor de los mártires amen a Dios.
–Aun en tiempo de las más grandes pruebas, mis queridos hijos, deben tomar con confianza ilimitada la
Mano de su Madre. Juntos vayan ustedes al Corazón Eucarístico de Jesús que es su fortaleza en su
Peregrinación terrenal. Así, fortalecidos diariamente por Él, continúan ustedes el camino hacia el hogar de la
Eterna felicidad donde en glorioso éxtasis, se reconocerán entre sí los que hayan hecho de su vida una
Ofrenda de amor a gloria de Dios y el bien de las almas.
–Entonces, mi santísimo Hijo les va a estrechar a su Corazón inflamado de amor, para sumergirlos en
El gozo de la unidad de amor de la Santísima Trinidad, en el estado de la eterna felicidad, para que puedan
Alegrarse sin fin en compañía de las almas para quienes con su generoso ofrecimiento de vida logró
Alcanzar la salvación.
– ¡Amen y tengan confianza, hijos míos, porque Dios está con ustedes! El Señor ama la vida de cada
Alma que hizo la entrega de sí misma. Precisamente por eso no pongan límite a sus sacrificios. ¡Dar más,
Amar mejor! Sea ésta la consigna de su vida.
El Amor Misericordioso de Jesús
En cierta ocasión recibí un libro y leí en él que nuestro Jesús se quejaba de que las almas caían al
Infierno como bajan en invierno los copos de nieve. Al leer esto comencé a ver el mundo que está a mí
Alrededor y en espíritu lloré a los pies de Jesús. Entonces Jesús me dijo:
–No llores, porque esto viene del maligno espíritu que quiere denigrar el Amor Misericordioso de mí
Padre. Entiende, hija mía. Si las almas cayeran al infierno como caen los copos de nieve en invierno, mi Padre
Jamás hubiera creado al hombre. Pero lo creó porque quiso derramar sobre sus creaturas la felicidad de la
Santísima Trinidad.
–Es verdad que el hombre cometió el pecado con su desobediencia, pero mi Padre envió al Hijo, quien
Con su obediencia lo reparó todo. Sólo caen en las tinieblas exteriores aquellas almas que hasta el último
Momento de su existencia rechazan a Dios. Pero el alma que antes de abandonar el cuerpo sólo dijera con
Arrepentimiento: “¡Dios mío, sé misericordioso conmigo!”, ya se ha librado de las tinieblas exteriores.
–Pero mira, hija mía, el Amor Misericordioso de mi Padre alcanza incluso a los pecadores
Empedernidos. Por eso pido el ofrecimiento de vida que, cual sacrificio unido a mi cruento sacrificio, alcanza
Que la Justicia Divina sea satisfecha y de esta manera pueda haber misericordia también para los
Empedernidos, al menos en el último día o último momento de su vida. Por eso convocaré una multitud de
Almas entregadas para esta pesca apostólica de almas”.
Oración de Ofrecimiento de Vida
Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo
Y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado
Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y
Sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa
Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre
Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del
Mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta
El fin de mi vida. Amén.
Cinco promesas de la Santísima Virgen para los que hacen el Ofrecimiento de Vida
1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón
Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la
Condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así
Parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del
Perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de
Ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la
Presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente
Junto Conmigo.
Mensaje a las madres del mundo (1986)
La Santísima Virgen dijo:
–En el corazón de muchas madres arde el dolor. Se les oprime el corazón, por el estado espiritual de
Sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de su vida más allá de la muerte
LOS 7 DOLORES DE MARIA
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PROMESAS DE LA VIRGEN A LOS DEVOTOS DE SUS DOLORES
Siete gracias que la Santísima Virgen concede a las almas que la honran diariamente (considerando
sus lágrimas y dolores) con siete Avemarías. Santa Brígida.
1º. Pondré paz en sus familias.
2º. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3º. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos
.
4º. Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación
de sus almas.
5º. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los
instantes de sus vidas.
6º. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.
7º. He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores)
sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados
todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.
LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN
1º. La profecía de Simeón ( Lc 2, 22-35) ¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”. De este modo quiso el Señor mezclar tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar Avemaría y Gloria.
2º. La persecución de Herodes y la huída a Egipto (Mt. 2, 13-15) ¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar Avemaría y Gloria.
3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50) ¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. Rezar Avemaría y Gloria.
4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación) Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando tus lágrimas con mi amor. Rezar Avemaría y Gloria.
5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jun. 19, 17-30) María, Reina de los mártires, el Dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad De aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar Avemaría y Gloria.
6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46) Jesús ya clavado en la cruz. Mírale Pecador, acribillado de heridas, desangrado, coronado de espinas... y Virgen mía, sin poder aliviarle. Tú puedes hacerlo, alma cristiana, dejando de pecar. Rezar Avemaría y Gloria.
7º. La sepultura de Jesús (Jun. 19, 38-42) Dolor cumbre de tu corazón. ¡Oh, María! Jesús Acaba de morir, y el centurión, lanza en ristre, se acerca a la cruz y, a tu vista, sin el menor reparo, raja cruelmente aquel corazón amante. No sintió Jesús el dolor, pero en aquel corazón vivía un Amor infinito. Aquella herida la recibiste con dolor y amor. He aquí la profecía de Simeón. Ha sido esto trabajo de mis pecados, pero desde entonces, mi Madre, mi refugio, ¡cómo no amarte!... Perdón, misericordia. Rezar Avemaría y Gloria.
Visite: www.santisimavirgen.com.ar
PROMESAS DE LA VIRGEN A LOS DEVOTOS DE SUS DOLORES
Siete gracias que la Santísima Virgen concede a las almas que la honran diariamente (considerando
sus lágrimas y dolores) con siete Avemarías. Santa Brígida.
1º. Pondré paz en sus familias.
2º. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3º. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos
.
4º. Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación
de sus almas.
5º. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los
instantes de sus vidas.
6º. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.
7º. He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores)
sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados
todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.
LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN
1º. La profecía de Simeón ( Lc 2, 22-35) ¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”. De este modo quiso el Señor mezclar tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar Avemaría y Gloria.
2º. La persecución de Herodes y la huída a Egipto (Mt. 2, 13-15) ¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar Avemaría y Gloria.
3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50) ¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. Rezar Avemaría y Gloria.
4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación) Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando tus lágrimas con mi amor. Rezar Avemaría y Gloria.
5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jun. 19, 17-30) María, Reina de los mártires, el Dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad De aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar Avemaría y Gloria.
6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46) Jesús ya clavado en la cruz. Mírale Pecador, acribillado de heridas, desangrado, coronado de espinas... y Virgen mía, sin poder aliviarle. Tú puedes hacerlo, alma cristiana, dejando de pecar. Rezar Avemaría y Gloria.
7º. La sepultura de Jesús (Jun. 19, 38-42) Dolor cumbre de tu corazón. ¡Oh, María! Jesús Acaba de morir, y el centurión, lanza en ristre, se acerca a la cruz y, a tu vista, sin el menor reparo, raja cruelmente aquel corazón amante. No sintió Jesús el dolor, pero en aquel corazón vivía un Amor infinito. Aquella herida la recibiste con dolor y amor. He aquí la profecía de Simeón. Ha sido esto trabajo de mis pecados, pero desde entonces, mi Madre, mi refugio, ¡cómo no amarte!... Perdón, misericordia. Rezar Avemaría y Gloria.
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Siete gracias que la Santísima Virgen concede a las almas que la honran diariamente (considerando
sus lágrimas y dolores) con siete Avemarías. Santa Brígida.
1º. Pondré paz en sus familias.
2º. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3º. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos
.
4º. Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación
de sus almas.
5º. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los
instantes de sus vidas.
6º. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.
7º. He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores)
sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados
todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.
LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN
1º. La profecía de Simeón ( Lc 2, 22-35) ¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”. De este modo quiso el Señor mezclar tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar Avemaría y Gloria.
2º. La persecución de Herodes y la huída a Egipto (Mt. 2, 13-15) ¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar Avemaría y Gloria.
3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50) ¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. Rezar Avemaría y Gloria.
4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación) Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando tus lágrimas con mi amor. Rezar Avemaría y Gloria.
5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jun. 19, 17-30) María, Reina de los mártires, el Dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad De aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar Avemaría y Gloria.
6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46) Jesús ya clavado en la cruz. Mírale Pecador, acribillado de heridas, desangrado, coronado de espinas... y Virgen mía, sin poder aliviarle. Tú puedes hacerlo, alma cristiana, dejando de pecar. Rezar Avemaría y Gloria.
7º. La sepultura de Jesús (Jun. 19, 38-42) Dolor cumbre de tu corazón. ¡Oh, María! Jesús Acaba de morir, y el centurión, lanza en ristre, se acerca a la cruz y, a tu vista, sin el menor reparo, raja cruelmente aquel corazón amante. No sintió Jesús el dolor, pero en aquel corazón vivía un Amor infinito. Aquella herida la recibiste con dolor y amor. He aquí la profecía de Simeón. Ha sido esto trabajo de mis pecados, pero desde entonces, mi Madre, mi refugio, ¡cómo no amarte!... Perdón, misericordia. Rezar Avemaría y Gloria.
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AVE MARIA
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TRES AVEMARÍAS
Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:
"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.
La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.
Modo de practicar esta devoción:
Todos los días, rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!
1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (Rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (Rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (Rezar un Avemaría)
Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".
María renueva su promesa de protección:
Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:
"No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN"
También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”